martes, 15 de febrero de 2011

EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO

El primer paso

En cualquier sociedad el trabajo se ha de aplicar a la producción  y los productos se han de distribuir entre los miembros de la sociedad pero depende del momento histórico el modo de organizar y llevar a cabo la producción y distribución de los bienes. Según Marx hay una correspondencia entre ambas proporciones, la del cambio y la del tiempo de trabajo de modo que si para producir una determinada mercancía se requiere un tiempo equis de trabajo y para la producción de otra se exige el mismo tiempo, ello conllevará que el cambio se produzca una por una.

Por otra parte, hay que precisar:
El significado del concepto trabajo socialmente necesario que es “el que se requiere para producir un artículo en las condiciones normales de la producción y con el grado medio de habilidad e intensidad comunes en un momento dado” y ese trabajo es el que se toma en cuenta en la determinación del valor de una mercancía, de manera que si para la producción de una mercancía y debido a la incompetencia, inhabilidad o pereza del trabajador es necesario emplear un tiempo mayor para su producción no por ello el valor de esa mercancía será mayor.
Que el trabajo cualificado tiene una mayor capacidad de producir valor que el trabajo “simple”, lo que no implica que la relación entre ambas trabajos venga determinada por los valores de los productos que uno y otro trabajo producen, siendo posible medir la relación entre ambos tipos de trabajo con independencia de los valores de mercado de los productos que cada uno genera. Pero ¿por qué hablamos de un trabajo cualificado?, ¿a que se debe que el trabajador sea calificado? Puede deberse a una habilidad natural o a un debido entrenamiento.

Cómo influyen habilidad y entrenamiento es otra cosa y no siempre se manifiesta de una forma abierta y evidente.

El papel de la competencia
En una sociedad de producción simple de mercancías, la oferta y la demanda estarán equilibradas sólo cuando el precio de cada mercancía sea proporcional al tiempo que se necesita para producirla y de forma inversa los precios serán proporcionales cuando la oferta y la demanda puedan trabajar libremente.

El papel de la demanda
Una acusación que con frecuencia se hace a Marx es la de descuidar o ignorar el papel de la demanda, esto es, las necesidades y deseos de los consumidores. Y ¿qué razones le mueven a actuar de ese modo?
Parte de que la demanda del mercado está dominada por la distribución del ingreso y de que los problemas del valor se deben abordar por la vía de las relaciones de producción y no por la vía de las valoraciones subjetivas de los consumidores.
Parte de que las necesidades de los consumidores son un reflejo del desarrollo técnico y organizacional de la sociedad y no viceversa.

En su opinión, priman la producción y la distribución del ingreso sobre las opciones de los consumidores.
“Ley del valor” vs. “Principio de planeación”
La “ley del valor” según Marx es “la que regula, a) las proporciones del cambio de mercancías, b) la cantidad producida de cada una, y c) la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción”, siendo la condición básica para la existencia de una ley del valor “una sociedad de productores privados que satisfagan sus necesidades por el cambio entre ellos”.

Sweezy, por su lado, entiende la ley del valor como una teoría de equilibrio general desarrollada con referencia a la producción simple de mercancías que se adapta después al capitalismo.

En una sociedad socialista el lugar de la ley del valor lo ocupa el principio opuesto, el de la planeación.

El valor y el precio de producción
El precio, para Marx, es la expresión monetaria del valor y su análisis corresponde a la teoría del dinero. Según los críticos de Marx, la teoría del precio de producción contradice la teoría del valor cuando no sólo eso no es cierto sino que se basa en ella.

Precio de monopolio
El funcionamiento de la ley del valor se ve dificultada cuando se introducen elementos de monopolio. El precio de monopolio es “un precio determinado sólo por el anhelo de adquirir de los compradores y por su solvencia, independientemente del precio, que es determinado por el precio de producción general y por el valor del producto”. En situaciones de monopolio lo más destacable es 1) que “las discrepancias entre el precio de monopolio y el valor no están sometidas a reglas generales mientras que si ocurre con las discrepancias entre el precio de producción y el valor” y 2) que las relaciones de valor cuantitativo se ven perturbadas mientras que no ocurre otro tanto con las de valor cualitativo.


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